Textura

Autora: Dra. Anna Talens

El encargo y la creación de este recurso de aprendizaje UOC han sido coordinados por las profesoras: Maria Iñigo Clavo y Aida Sánchez de Serdio (2019)

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Temática

  • Escultura

El término textura, del latín textura, tiene que ver con la superficie externa de un objeto, un cuerpo o un material, aunque debemos señalar que la textura no solo se refiere a una cualidad tridimensional y táctil de las superficies, sino que puede ser algo perceptible visualmente y que produzca diversas sensaciones.

Por lo que respecta a la percepción del mundo por medio de nuestros sentidos, podemos distinguir dos tipos de texturas: la textura manual y la textura visual. La textura manual se percibe mediante el tacto, mientras que para la percepción de la textura visual será necesario activar el sentido de la vista.

En los procesos plásticos tridimensionales, la textura manual puede darse por el tipo de material elegido o puede ser el resultado de la transformación del material mediante la aplicación de diversas técnicas. A veces los artistas optan por respetar las superficies naturales de los materiales, como es el caso de los troncos de los árboles o las piedras en estado puro, entre otros; mientras que otras veces optan por modificar intencionadamente las superficies de los materiales.

En el proceso de talla, por ejemplo, ya sea de madera o de piedra, los escultores y los artesanos se sirven de diferentes herramientas para dar un acabado concreto a sus obras. Para ello, utilizan gubias, cinceles y otros utensilios que tienen en sus extremos puntas o acabados dentados que, al ser golpeados con mayor o menor fuerza con una maza o con un martillo sobre las superficies de sus esculturas, dejan huellas y texturas. Si el resultado buscado es la suavidad, se aplicará la técnica del pulido, que aporta en muchos casos también brillo a la superficie de los materiales.

Dentro del proceso de elaboración de las esculturas, será muy importante elegir los acabados de las superficies y las texturas definitivas para las obras. Estas texturas no solo ayudarán a definir la apariencia externa de los vólumenes, sino que serán, en parte, las responsables de transmitir emociones al espectador, que se sentirá atraído o no por las mismas, y ofrecerán sensaciones de aspereza, suavidad o rugosidad, entre otras.

En cuanto a lo que se refiere a la percepción visual de la textura en el objeto tridimensional, será imprescindible la acción de la luz sobre las superficies que, con el juego de luces y sombras, la hará perceptible a nuestros ojos.

En el campo de la pintura, también se puede trabajar con la textura añadiendo a la superficie del lienzo lo que llamamos cargas, es decir, materiales que se mezclan con los colores, o bien se pegan directamente sobre el lienzo o la tabla. Estos elementos pueden ser arenas, pigmentos, colas, piedras, telas e incluso objetos encontrados que añaden una información matérica a la superficie del cuadro.

Como ejemplo de la textura como elemento plástico de la pintura, podemos destacar el trabajo del artista alemán Anselm Kiefer, en cuyos cuadros juega un papel muy importante el trabajo de las superficies, ya que consigue incluso un efecto tridimensional y real en sus pinturas. El artista adhiere a la superficie de sus cuadros elementos de diferente naturaleza, como ramas, amapolas, tejidos o arenas. Además, Kiefer daña y raspa la superficie de sus pinturas para conseguir, por medio de estas texturas, un efecto más dramático y real en los paisajes representados.

Otra disciplina en la que el trabajo de las texturas es imprescindible es el grabado, práctica que se aproxima a la escultura de relieve y en la cual el trabajo realizado sobre la superficie que se graba, ya sea piedra, metal o madera, resulta fundamental. Dependiendo incluso de su precisión, el resultado final del dibujo puede ser estampado. En el caso de los grabados de la artista Kiki Smith, las planchas de estampación de cobre están trabajadas con esmero y realismo para que el dibujo final represente de la mejor forma el dramatismo y realismo buscados.

Kiki Smith revisando la plancha de impresión de cobre para Two (2002)
Fuente: https://art21.org/watch/extended-play/kiki-smith-printmaking-short/

Por otra parte, la textura visual, tanto en el dibujo como en la fotografía, se refiere al efecto creado por trazos, puntos, tramas, líneas o granos que consiguen un efecto de claroscuro que nuestra vista identifica como la textura de una superficie no tangible.

En el dibujo, por ejemplo, las texturas visuales se consiguen con tramas o líneas que se trazan sobre el papel y que consiguen, con el juego de la superposición y del claroscuro, dar la sensación de la incidencia de la luz sobre los volúmenes y las superficies representadas. En la fotografía, en blanco y negro o en color, será parte importante el grano fotográfico que en la fotografía analógica dependía de la sensibilidad de la emulsión química. Por ejemplo, en el caso de la fotógrafa Lisetta Carmi, en su imagen Lo scarico dei fosfati (1964), opta por una textura de grano alto que se confunde maravillosamente con la textura de la montaña de fosfato fotografiado sobre la que aparece hierático un hombre con su pala. Este efecto es un recurso utilizado por la fotografía digital hoy en día para dar un efecto nostálgico a las imágenes.

El trabajo de las texturas y de los ejercicios táctiles fue muy importante en los cursos preliminares de la escuela alemana de la Bauhaus. Para que los futuros diseñadores entendiesen el esfuerzo de las máquinas o las sensaciones que causaban sus objetos en los futuros consumidores, se hacía imprescindible el conocimiento de las superficies y de los acabados. Según el «tactilismo» de F. T. Marinetti, líder de los futuristas, el tacto destacaba entre los cinco sentidos y, en consecuencia, también la mano como herramienta. Durante el curso preliminar de la Bauhaus, los estudiantes confeccionaban una tabla de valores táctiles llamada Tasttafeln, que consistía en analizar la estructura, la textura, el aspecto superficial y el agrupamiento u organización de las masas de los distintos materiales. Las experiencias llevadas a cabo eran después traducidas de forma abstracta por medio de la fotografía, del dibujo y de la pintura. El objetivo fundamental de estas prácticas era agudizar la observación y la representación. Los propios estudiantes realizaban ejercicios de percepción cubriendo sus ojos para sentir las formas con las manos, e invitaban incluso a ciegos para que experimentasen con esos ejercicios en la escuela.

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